Autodisciplina se conoce como aquella cualidad humana, que basada en la fuerza de voluntad del individuo, permite que el mismo tenga la capacidad de ejecutar las acciones que vea necesarias para un determinado fin, independientemente de que quiera hacerlas o no.
Toda persona de éxito la pone en práctica de manera permanente, es imposible llegar a pensar en logros de mucho valor, cuando nos estamos rigiendo por comportamientos basados únicamente en nuestros gustos y placeres.
Muchas veces se deben hacer sacrificios por aquello que realmente tiene significado para nuestros propósitos. Cuando podemos ver personas hundidas en sus adicciones, con amistades tóxicas, sin lograr proponerse algo significativo para ellos mismos, estamos en presencia de ese tipo de individuos, que anteponen sus deseos a aquello que realmente les conviene.
No todos tenemos esta característica igual de desarrollada, unos se encuentran más adelantes que otros en este sentido. Por ejemplo, están aquellos que podemos ver trabajando un viernes en la noche, como si nada, mientras sus compañeros están disfrutando en una discoteca con sus respectivas parejas.
Para que tú te puedas ubicar dentro de este grupo de autodisciplinados, yo te daré mis lineamientos, esos que siempre han funcionado y nunca me han dejado mal.
Comienza con practicar la autodisciplina en actividades sin valor
Necesariamente no debes empezar con cosas complejas, si aún sientes que te falta fuerza de voluntad para apartar aquello que te distrae de lo que te conviene, pues ponla en práctica de una forma que sea mucho más tolerable. ¿Cómo hacerlo?
Empezando por aquellas tareas que no requieran mucho esfuerzo para hacerlas y que parezcan sin importancia, de esta forma tu mente se irá adaptando al hecho de que debe realizar las actividades que correspondan, así no sean de tu agrado. Por ejemplo levantarte a una hora determinada, acostumbrarte a leer por espacio de una hora todas las noches, etc.
Gestiona tus expectativas, según tus propias capacidades
Proponerte objetivos por cumplir, que exijan autodisciplina, cuando superan con creces tu capacidad de soportarla, es algo que puede generarte frustración o crear en ti un hábito basado en la procrastinación.
Mientras te fijes tareas por cumplir, y las vayas obviando como si nada, igualmente tu mente va a aceptar esto como un patrón normal de conducta, haciendo que nunca tengas determinación ni motivación por las cosas de valor.
Enfócate un 100% en aquello en que quieras disciplinarte
Si sientes esa necesidad de adquirir la autodisciplina, para la formación adecuada de tu comportamiento, en determinadas áreas de tu vida, y te está costando mucho llevarlas a cabo. Entiende que lo mejor es enfocar tu concentración y energía al máximo, logrando esto únicamente con la fijación de un solo objetivo por vez. Luego de resuelta la situación, podrás saltar al otro, según su grado de importancia.
Ten muy bien definido el porqué de tus acciones
Cuando aparezcan dudas, de si lo que estás haciendo vale la pena o no, simplemente repasa tus metas, evalúa la recompensa que aspiras alcanzar, así sabrás que el esfuerzo que haces hoy, es para estar mejor mañana y no es por un capricho.
Cuando consideremos cual es aquella versión de nosotros mismos que queremos alcanzar, podremos estar consciente de todos aquellos cambios que dentro de nosotros deben desarrollarse, los cuales serán puestos en marcha gracias a nuestras acciones.
Autodisciplina se conoce como aquella cualidad humana, que basada en la fuerza de voluntad del individuo, permite que el mismo tenga la capacidad de ejecutar las acciones que vea necesarias para un determinado fin, independientemente de que quiera hacerlas o no.
Toda persona de éxito la pone en práctica de manera permanente, es imposible llegar a pensar en logros de mucho valor, cuando nos estamos rigiendo por comportamientos basados únicamente en nuestros gustos y placeres.
Muchas veces se deben hacer sacrificios por aquello que realmente tiene significado para nuestros propósitos. Cuando podemos ver personas hundidas en sus adicciones, con amistades tóxicas, sin lograr proponerse algo significativo para ellos mismos, estamos en presencia de ese tipo de individuos, que anteponen sus deseos a aquello que realmente les conviene.
No todos tenemos esta característica igual de desarrollada, unos se encuentran más adelantes que otros en este sentido. Por ejemplo, están aquellos que podemos ver trabajando un viernes en la noche, como si nada, mientras sus compañeros están disfrutando en una discoteca con sus respectivas parejas.
Para que tú te puedas ubicar dentro de este grupo de autodisciplinados, yo te daré mis lineamientos, esos que siempre han funcionado y nunca me han dejado mal.
Comienza con practicar la autodisciplina en actividades sin valor
Necesariamente no debes empezar con cosas complejas, si aún sientes que te falta fuerza de voluntad para apartar aquello que te distrae de lo que te conviene, pues ponla en práctica de una forma que sea mucho más tolerable. ¿Cómo hacerlo?
Empezando por aquellas tareas que no requieran mucho esfuerzo para hacerlas y que parezcan sin importancia, de esta forma tu mente se irá adaptando al hecho de que debe realizar las actividades que correspondan, así no sean de tu agrado. Por ejemplo levantarte a una hora determinada, acostumbrarte a leer por espacio de una hora todas las noches, etc.
Gestiona tus expectativas, según tus propias capacidades
Proponerte objetivos por cumplir, que exijan autodisciplina, cuando superan con creces tu capacidad de soportarla, es algo que puede generarte frustración o crear en ti un hábito basado en la procrastinación.
Mientras te fijes tareas por cumplir, y las vayas obviando como si nada, igualmente tu mente va a aceptar esto como un patrón normal de conducta, haciendo que nunca tengas determinación ni motivación por las cosas de valor.
Enfócate un 100% en aquello en que quieras disciplinarte
Si sientes esa necesidad de adquirir la autodisciplina, para la formación adecuada de tu comportamiento, en determinadas áreas de tu vida, y te está costando mucho llevarlas a cabo. Entiende que lo mejor es enfocar tu concentración y energía al máximo, logrando esto únicamente con la fijación de un solo objetivo por vez. Luego de resuelta la situación, podrás saltar al otro, según su grado de importancia.
Ten muy bien definido el porqué de tus acciones
Cuando aparezcan dudas, de si lo que estás haciendo vale la pena o no, simplemente repasa tus metas, evalúa la recompensa que aspiras alcanzar, así sabrás que el esfuerzo que haces hoy, es para estar mejor mañana y no es por un capricho.
Cuando consideremos cual es aquella versión de nosotros mismos que queremos alcanzar, podremos estar consciente de todos aquellos cambios que dentro de nosotros deben desarrollarse, los cuales serán puestos en marcha gracias a nuestras acciones.