La vida laboral puede ser muy estresante, especialmente cuando te sientes abrumado por las tareas que tienes que hacer. Sin embargo, la delegación de estas es una excelente manera de reducir los compromisos y aumentar la productividad. Si eres alguien que lucha por el control y sientes que debes hacerlo todo tú mismo, puede ser difícil buscar opción, pero si sigues algunos consejos clave, la asignación de tus actividades a otros, puede convertirse en una herramienta muy valiosa para ayudarte a reducir la sobre carga de trabajo.
Primero, es importante identificar qué labores pueden ser delegadas. En general, deberías traspasar tareas que no son de tu competencia principal, que consumen demasiado tiempo o que simplemente no son una prioridad en tu lista de acciones. Es fundamental tener en cuenta que comisionar no significa simplemente darle a alguien más las actividades que no te gustan hacer, sino más bien asignar estas, de manera que te permita enfocarte en lo que es realmente es relevante para tu trabajo.
Una vez que hayas identificado los trabajos que pueden ser encomendados, el siguiente paso es seleccionar a la persona adecuada para hacerlos. Esto puede implicar identificar a alguien con experiencia en la actividad específica, o a aquel que tenga el tiempo y la capacidad para aprender la tarea en cuestión. Es conveniente ser claro sobre lo que se espera de la persona que está asumiendo el compromiso, y asegurarse de que tenga los recursos necesarios para llevar a cabo dicha acción con éxito.
Otro consejo importante es asegurarse de que la persona, a la que se le está delegando la tarea, tenga la suficiente información para realizarla. Esto puede incluir proporcionarle instrucciones detalladas, ejemplos de trabajos anteriores, acceso a recursos relevantes y asegurarse de que se sienta cómodo pidiendo ayuda, si es necesario. A menudo, las personas no comisionan labores, porque temen que el encargado, al que le están dando la responsabilidad, no sea capaz de hacerla, pero si proporcionas los detalles adecuados y brindas todo el apoyo necesario, puedes aumentar las posibilidades de éxito.
La comunicación es también un aspecto clave de la asignación de trabajos. Es importante mantener un diálogo abierto y constante con la persona que está asumiendo la actividad, de modo que puedas proporcionar retroalimentación y responder preguntas. Debes asegurarte de que la misma sepa cómo están progresando las cosas y cuál es la próxima etapa. La interacción efectiva también ayuda a garantizar que la acción se complete a tiempo y de manera muy efectiva.
La vida laboral puede ser muy estresante, especialmente cuando te sientes abrumado por las tareas que tienes que hacer. Sin embargo, la delegación de estas es una excelente manera de reducir los compromisos y aumentar la productividad. Si eres alguien que lucha por el control y sientes que debes hacerlo todo tú mismo, puede ser difícil buscar opción, pero si sigues algunos consejos clave, la asignación de tus actividades a otros, puede convertirse en una herramienta muy valiosa para ayudarte a reducir la sobre carga de trabajo.
Primero, es importante identificar qué labores pueden ser delegadas. En general, deberías traspasar tareas que no son de tu competencia principal, que consumen demasiado tiempo o que simplemente no son una prioridad en tu lista de acciones. Es fundamental tener en cuenta que comisionar no significa simplemente darle a alguien más las actividades que no te gustan hacer, sino más bien asignar estas, de manera que te permita enfocarte en lo que es realmente es relevante para tu trabajo.
Una vez que hayas identificado los trabajos que pueden ser encomendados, el siguiente paso es seleccionar a la persona adecuada para hacerlos. Esto puede implicar identificar a alguien con experiencia en la actividad específica, o a aquel que tenga el tiempo y la capacidad para aprender la tarea en cuestión. Es conveniente ser claro sobre lo que se espera de la persona que está asumiendo el compromiso, y asegurarse de que tenga los recursos necesarios para llevar a cabo dicha acción con éxito.
Otro consejo importante es asegurarse de que la persona, a la que se le está delegando la tarea, tenga la suficiente información para realizarla. Esto puede incluir proporcionarle instrucciones detalladas, ejemplos de trabajos anteriores, acceso a recursos relevantes y asegurarse de que se sienta cómodo pidiendo ayuda, si es necesario. A menudo, las personas no comisionan labores, porque temen que el encargado, al que le están dando la responsabilidad, no sea capaz de hacerla, pero si proporcionas los detalles adecuados y brindas todo el apoyo necesario, puedes aumentar las posibilidades de éxito.
La comunicación es también un aspecto clave de la asignación de trabajos. Es importante mantener un diálogo abierto y constante con la persona que está asumiendo la actividad, de modo que puedas proporcionar retroalimentación y responder preguntas. Debes asegurarte de que la misma sepa cómo están progresando las cosas y cuál es la próxima etapa. La interacción efectiva también ayuda a garantizar que la acción se complete a tiempo y de manera muy efectiva.