El día 15 de marzo de 1975 moría por causa de una neumonía el armador griego Aristóteles Onassis, su fortuna para esa fecha se ubicaba por los mil millones de dólares, más de $100.000 millones, actualmente, daba a entender que nunca le faltaba nada, pero en su interior era grande el tormento, con el que tenía que lidiar en aquellos últimos días.

Principalmente, fue la muerte prematura de su único hijo Alexander, la que lo sumió en una gran depresión, algo que venía a sumar males, pues su matrimonio con Jacqueline Kennedy, venía de mal en peor, por sus gastos extravagantes, aparte de su desapego hacia el como esposo.

Lo que quiero dar a demostrar con esto es que Onassis tuvo prácticamente el mundo a sus pies y nunca fue feliz, pues a sí mismo no se consideraba un hombre exitoso, pues sabía que sufría otro tipo de carencias, como las afectivas y la más profunda de todas: la falta de un propósito real de vida.

Por este motivo quiero que partamos del punto, sobre ¿Qué es para ti el éxito?

¿Qué es el éxito?

Para cada uno de nosotros pasa a ser algo distinto, pues entran en juego una gran cantidad de factores, que a la final, llegan a marcar una gran diferencia, lo que puede ser para ti, para mí y para los demás.

Muchas veces son aspectos de nuestra crianza, nuestros genes, nuestra personalidad, los que al final vienen a marcar esa diferencia. El verdadero sentido de nuestras vidas, es la que nos va a definir lo que es éxito.

Esta palabra se usa para definir logros en las diversas áreas de vida, y no está nada mal, pues se puede hacer referencia al éxito financiero, éxito de pareja o éxito profesional, entre otros, a lo que quiero hacer referencia es al éxito personal en todo el sentido de la palabra, donde se puedan integrar todos los ámbitos de nuestras existencias.

Debemos saber clasificarlo y ubicarlo muy bien dentro de nosotros, pues como tal, no podemos copiarlo de nadie, pues viene a ser algo único para cada quien.

El éxito como destino.

Es un gran error el querer vincular el éxito a algo muy específico, pues se ha demostrado a lo largo de la historia, como grandes personalidades, por ejemplo el caso de la introducción, que aparentaban tener todo y ser exitosos, y terminaron sus vidas de muy mal manera.

Esto se debió precisamente a que pensaban que al llegar a una meta determinada, ya eran exitosos, así luego se sintieron vacíos y buscaron llenar este con más logros, los cuales alcanzaron, sin poder sentirse exitosos aún, entonces es cuando caen las adicciones, ya fuera de sustancias, personas tóxicas o hábitos nocivos.

Por lo general, las personas utilizan los siguientes aspectos, para definir las metas que los harán exitosos:

  1. Riqueza.
  2. Una emoción específica.
  3. Bienes materiales.
  4. Poder.
  5. Logro.

Anclar nuestro éxito personal a uno de estos elementos, quiere decir que estaremos soportando una gran edificación en unas bases muy pequeñas, que con cualquier pequeño sismo, se vendrá abajo.

Imagina que una persona diga que cuando conquiste a determinada persona va a ser exitoso, tal vez luego de tenerla, tienen problemas y se divorcian, entonces es ahí cuando parece ilógico que de ahora en adelante, este ser va a ir por la vida sin rumbo, pues ya su vida no es ni volverá a ser exitosa, debido a que perdió al gran amor de su vida.

Lo mismo ocurre con los bienes materiales, logros profesionales, el dinero y para de contar, pues precisamente esta siempre viene a ser la excusa del fracasado: “no soy exitoso, pues mis padres no me dieron estudios”, o cualquier otra frase que se les ocurra.

El éxito es un viaje

El éxito es un viaje y no un destino, para nosotros poder estar constantemente disfrutando de este estado, debemos primeramente enfocarnos en encontrar una mejor versión de nosotros mismos todos los días, y esto lo vamos a hacer posible, luego de haber definido nuestro propósito de vida.

Simon Sinek dijo: “Cuando nos ayudamos a nosotros mismos, encontramos momentos de felicidad. Cuando ayudamos a otros, nos encontramos realizados para siempre”.

El como vamos a ayudar a los demás, es un aspecto fundamental, para llegar a esta parte, pues luego de nosotros haber podido encontrar, en que nos vamos a destacar, entonces tenemos que decidir, como pensamos retribuir todos nuestros logros a Dios y al universo, y esto no es otra cosa que dejar nuestro aporte a la humanidad a través de nuestras buenas acciones.

El día 15 de marzo de 1975 moría por causa de una neumonía el armador griego Aristóteles Onassis, su fortuna para esa fecha se ubicaba por los mil millones de dólares, más de $100.000 millones, actualmente, daba a entender que nunca le faltaba nada, pero en su interior era grande el tormento, con el que tenía que lidiar en aquellos últimos días.

Principalmente, fue la muerte prematura de su único hijo Alexander, la que lo sumió en una gran depresión, algo que venía a sumar males, pues su matrimonio con Jacqueline Kennedy, venía de mal en peor, por sus gastos extravagantes, aparte de su desapego hacia el como esposo.

Lo que quiero dar a demostrar con esto es que Onassis tuvo prácticamente el mundo a sus pies y nunca fue feliz, pues a sí mismo no se consideraba un hombre exitoso, pues sabía que sufría otro tipo de carencias, como las afectivas y la más profunda de todas: la falta de un propósito real de vida.

Por este motivo quiero que partamos del punto, sobre ¿Qué es para ti el éxito?

¿Qué es el éxito?

Para cada uno de nosotros pasa a ser algo distinto, pues entran en juego una gran cantidad de factores, que a la final, llegan a marcar una gran diferencia, lo que puede ser para ti, para mí y para los demás.

Muchas veces son aspectos de nuestra crianza, nuestros genes, nuestra personalidad, los que al final vienen a marcar esa diferencia. El verdadero sentido de nuestras vidas, es la que nos va a definir lo que es éxito.

Esta palabra se usa para definir logros en las diversas áreas de vida, y no está nada mal, pues se puede hacer referencia al éxito financiero, éxito de pareja o éxito profesional, entre otros, a lo que quiero hacer referencia es al éxito personal en todo el sentido de la palabra, donde se puedan integrar todos los ámbitos de nuestras existencias.

Debemos saber clasificarlo y ubicarlo muy bien dentro de nosotros, pues como tal, no podemos copiarlo de nadie, pues viene a ser algo único para cada quien.

El éxito como destino.

Es un gran error el querer vincular el éxito a algo muy específico, pues se ha demostrado a lo largo de la historia, como grandes personalidades, por ejemplo el caso de la introducción, que aparentaban tener todo y ser exitosos, y terminaron sus vidas de muy mal manera.

Esto se debió precisamente a que pensaban que al llegar a una meta determinada, ya eran exitosos, así luego se sintieron vacíos y buscaron llenar este con más logros, los cuales alcanzaron, sin poder sentirse exitosos aún, entonces es cuando caen las adicciones, ya fuera de sustancias, personas tóxicas o hábitos nocivos.

Por lo general, las personas utilizan los siguientes aspectos, para definir las metas que los harán exitosos:

  1. Riqueza.
  2. Una emoción específica.
  3. Bienes materiales.
  4. Poder.
  5. Logro.

Anclar nuestro éxito personal a uno de estos elementos, quiere decir que estaremos soportando una gran edificación en unas bases muy pequeñas, que con cualquier pequeño sismo, se vendrá abajo.

Imagina que una persona diga que cuando conquiste a determinada persona va a ser exitoso, tal vez luego de tenerla, tienen problemas y se divorcian, entonces es ahí cuando parece ilógico que de ahora en adelante, este ser va a ir por la vida sin rumbo, pues ya su vida no es ni volverá a ser exitosa, debido a que perdió al gran amor de su vida.

Lo mismo ocurre con los bienes materiales, logros profesionales, el dinero y para de contar, pues precisamente esta siempre viene a ser la excusa del fracasado: “no soy exitoso, pues mis padres no me dieron estudios”, o cualquier otra frase que se les ocurra.

El éxito es un viaje

El éxito es un viaje y no un destino, para nosotros poder estar constantemente disfrutando de este estado, debemos primeramente enfocarnos en encontrar una mejor versión de nosotros mismos todos los días, y esto lo vamos a hacer posible, luego de haber definido nuestro propósito de vida.

Simon Sinek dijo: “Cuando nos ayudamos a nosotros mismos, encontramos momentos de felicidad. Cuando ayudamos a otros, nos encontramos realizados para siempre”.

El como vamos a ayudar a los demás, es un aspecto fundamental, para llegar a esta parte, pues luego de nosotros haber podido encontrar, en que nos vamos a destacar, entonces tenemos que decidir, como pensamos retribuir todos nuestros logros a Dios y al universo, y esto no es otra cosa que dejar nuestro aporte a la humanidad a través de nuestras buenas acciones.

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